jueves, 21 de junio de 2012

Estrategia de las 3 R's


Una de las claves para reducir la cantidad de residuos generados es aplicar esta sencilla
regla, que corresponde a las iniciales de “Reducir”, “Reutilizar” y “Reciclar”, que deben
establecerse en este orden a la hora de gestionar los residuos.

a) Reducir
Es la forma de prevenir la generación de residuos y reducir su peligrosidad, disminuyendo
así su impacto en el medio. Consiste simplemente en evitar que se genere basura
innecesaria, evitando comprar productos con embalajes y envases innecesarios y usando
los productos de manera adecuada.
Son muchas las formas posibles de reducir la cantidad y peligrosidad de la basura que
generamos. Éstos son algunos consejos:
- Siempre que puedas compra productos a granel o en paquetes grandes. Evita los
productos individuales y huye de los artículos de usar y tirar (platos, cubiertos,
servilletas...)
- Evita el uso de productos peligrosos o sustitúyelos por otros menos dañinos ( baterías
recargables, tintas basadas en vegetales o en agua, limpiadores ecológicos, etc). En caso
de ser imprescindibles asegúrate de usar sólo lo necesario.

b) Reutilizar
Todo aquello que no podamos evitar utilizar debe ser utilizado tantas veces como nos sea
posible, alargando así su vida útil y evitando al mismo tiempo generar nuevos residuos.
Nuevamente las posibilidades son infinitas. Algunos consejos que puedes tener en cuenta
son los siguientes:
- No utilices productos de usar y tirar, prefiere elementos más perdurables (pañuelos de
tela, cubiertos de metal, platos de cristal, carritos de la compra...). Si no puedes evitar
comprarlos dale varios usos: rellena las botellas, lava los cubiertos y platos, reutiliza las
bolsas de la compra, etc. - Puedes dar nuevas utilidades a objetos que normalmente tires a la basura: por ejemplo:
usa como trapos la ropa que no puedas donar, aprovecha los tarros de cristal para
envasar otros productos, usa las bolsas de la compra para la basura en lugar de comprar
otras bolsas para ello, etc.
- Dona o entrega todo aquello que todavía pueda serle útil a otra persona. Existen
asociaciones que recogen ropa, ordenadores, mobiliario, juguetes, libros... y se encargan
de hacerlos llegar a las personas que los necesitan.
Lamentablemente, muchas veces la reutilización de productos de “segundo uso” está
estrechamente vinculada a la existencia de mercados donde sea posible adquirir dichos
productos. Como mala experiencia en este campo, tenemos el ejemplo de los envases de
vidrio en la que la opción de “romper para reciclar” extinguió la cultura del retorno,
haciendo que desapareciera la red de plantas de lavado de dichos envases, y con ello los
hábitos de reutilización de los mismos. Por ello, es necesario fomentar y apoyar las cada
vez más escasas posibilidades de encontrar productos recuperados a los que es posible
dar un “segundo uso”.

c) Reciclar
El proceso de reciclaje implica dar un nuevo uso a materiales y objetos que no pueden
usarse para su objetivo inicial. A pesar de que el reciclaje de la mayoría de los materiales
necesita de procesos que no se pueden hacer en casa, algunos productos sí son
reciclables de forma casera:
- Jabón a partir de aceite vegetal.
- Papel reciclado.
- Compostaje: técnica para reciclar los residuos orgánicos.
- Manualidades y otras ideas creativas.










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